jueves, 23 de junio de 2011

UNIVERSIDAD DE EL SALVADOR  
FACULTAD MULTIDISCIPLINARIA PARACENTRAL
DEPARTAMENTO DE CIENCIAS AGRONOMICAS

                                                                                                                                   
MATERIA: ANATOMIA

TEMA: SENTIDO AUDITIVO

CATEDRATICO: DR.PEDRO PEREZ BARRAZA

ESTUDIANTE: CARLOS ANTONIO CASTRO LUCERO


CICLO: 1

AÑO: 2011


 SAN VICENTE

INTRODUCCION


 Mediante el sistema auditivo, los humanos somos capaces de detectar sonidos tales como la música, la voz o el ruido. Por lo tanto, es muy interesante conocer este sistema, tanto física como fisiológicamente. Además, tenemos que tener en cuenta que las características auditivas varían de unos individuos a otros.
Por último reseñar la gran sensibilidad de nuestro sistema auditivo. Es capaz de soportar presiones de más de 1000 microbares y a su vez distinguir sonidos de amplitud de presión de apenas 0,0001 microbares. Es capaz de detectar sonidos de frecuencias comprendidas entre los 20 y los 20000 Hz. También actúa como un analizador de frecuencia de gran selectividad y, en unión con el sistema nervioso; detectar una frecuencia en particular sobre un intenso nivel de ruido. Por lo tanto, el mecanismo del oído es la más intrincada y delicada estructura mecánica del cuerpo humano.

PARTES DEL OIDO



ANATOMIA. El oído, órgano del equilibrio y de la audición, se compone de 3 porciones:
Ø Oído externo
Ø Oído medio
Ø Oído interno

El oído externo y el oído medio, ambos separados por la membrana timpánica, tienen a su cargo la transmisión del sonido hasta el oído interno, el que contiene el órgano vestíbulo coclear, porción ésta fundamental para cumplir con las funciones de equilibrio y audición.
A su vez la trompa auditiva comunica el oído medio o cavidad timpánica con la nasofaringe
Oído externo
Consta de 2 porciones:
§ pabellón auricular (concha) encargado de recoger los sonidos
§ conducto auditivo externo encargado de conducir los sonidos hasta la membrana timpánica.


PARTES  DEL OIDO
                                   El oído, la audición y el equilibrio.                                          

El oído es responsable no sólo de la audición sino también del equilibrio.       



 Se divide en tres zonas: externa, media e interna. La mayor parte del oído interno está rodeada por el hueso temporal.

Conducto auditivo externo

AUDICION MEDIA

El oído medio se encuentra situado en la cavidad timpánica llamada caja del tímpano, cuya cara externa está formada por la membrana timpánica, o tímpano, que lo separa del oído externo. Incluye el mecanismo responsable de la conducción de las ondas sonoras hacia el oído interno. Es un conducto estrecho, o fisura, que se extiende unos quince milímetros en un recorrido vertical y otros quince en recorrido horizontal. El oído medio está en comunicación directa con la nariz y la garganta a través de la trompa de Eustaquio, que permite la entrada y la salida de aire del oído medio para equilibrar las diferencias de presión entre éste y el exterior. Hay una cadena formada por tres huesos pequeños y móviles (huesecillos) que atraviesa el oído medio. Estos tres huesos reciben los nombres de martillo, yunque y estribo. Los tres conectan acústicamente el tímpano con el oído interno, que contiene un líquido.

PARTE INTERNA AUDITIVA

El oído interno se encuentra en el interior del hueso temporal que contiene los órganos auditivos y del equilibrio, que están inervados por los filamentos del nervio auditivo. Está separado del oído medio por la fenestra ovalis, o ventana oval. El oído interno consiste en una serie de canales membranosos alojados en una parte densa del hueso temporal, y está dividido en: cóclea (en griego, ’caracol’), vestíbulo y tres canales semicirculares. Estos tres canales se comunican entre sí y contienen un fluido gelatinoso denominado endolinfa.
 








 En el oído interno no sólo reside el sentido de la audición. También reside el sentido del equilibrio.

CAPACIDAD AUDITIVA

Capacidad auditiva. Las ondas sonoras, en realidad cambios en la presión del aire, son transmitidas a través del canal auditivo externo hacia el tímpano, en el cual se produce una vibración. Estas vibraciones se comunican al oído medio mediante la cadena de huesecillos (martillo, yunque y estribo) y, a través de la ventana oval, hasta el líquido del oído interno. El movimiento de la endolinfa que se produce al vibrar la cóclea, estimula el movimiento de un grupo de proyecciones finas, similares a cabellos, denominadas células pilosas.



El conjunto de células pilosas constituye el órgano de Corti. Las células pilosas transmiten señales directamente al nervio auditivo, el cual lleva la información al cerebro. El patrón de respuesta de las células pilosas a las vibraciones de la cóclea codifica la información sobre el sonido para que pueda ser interpretada por los centros auditivos del cerebro.


EQUILIBRIO

 
Los canales semicirculares y el vestíbulo están relacionados con el sentido del equilibrio. En estos canales hay pelos similares a los del órgano de Corti, y detectan los cambios de posición de la cabeza.




Los tres canales semicirculares se extienden desde el vestíbulo formando ángulos más o menos rectos entre sí, lo cual permite que los órganos sensoriales registren los movimientos que la cabeza realiza en cada uno de los tres planos del espacio: arriba y abajo, hacia adelante y hacia atrás, y hacia la izquierda o hacia la derecha. Sobre las células pilosas del vestíbulo se encuentran unos cristales de carbonato de calcio, conocidos como otolitos.
 Cuando la cabeza está inclinada, los otolitos cambian de posición y los pelos que se encuentran debajo responden al cambio de presión. Los ojos y ciertas células sensoriales de la piel y de tejidos internos, también ayudan a mantener el equilibrio… pero cuando el laberinto del oído está dañado, o destruido, se producen problemas de equilibrio. Es posible que quien padezca una enfermedad o un problema en el oído interno no pueda mantenerse de pie con los ojos cerrados sin tambalearse o sin caerse.